A Guarda
En este séptimo día de tu novena Madre enciendo mi vela por todos los enfermos, serénalos y confórmalos, a los crónicos, a los terminales, los que comienzan su agonía, los que no pueden curarse por falta de medios, los que están solos en los hospitales, los ancianos de las residencias, que nunca les falte el consuelo ni el alivio a sus dolencias. A los que los cuidan dales también paciencia y sabiduría, tacto y compresión y que se sientan siempre confortados por tu amor